Te juro que esta es la última.
Vamos a darnos cuenta que el amor no era lo nuestro cariño, que ya nos habían roto tantas veces que aunque alguien estuviera dispuesto a quedarse a nuestro lado para arreglarlo, no podríamos hacerlo mejor.
Y aunque entre nosotros hubiera una conexión inestable de miradas, no éramos más que un rollo para toda la vida que jamás terminaría de estabilizarse.
Supongo que solo era un engaño entre tu mirada y mis ganas de reconstruirme, lo de pensar que esto llegaría a ser una historia de amor interminable, pero siempre llegaba en el momento más inesperado, cuando tus ojos me dejaban de hablar.
Y entonces decidí alejarme. Para que seguir poniendo el ancla si estaba en medio del tsunami.
Supongo que ya vendrán tempestades peores.